La cadena del error
La investigación de los accidentes aéreos es una labor mucho más minuciosa y exhaustiva de lo que se pueda imaginar. No en vano, dicha investigación tiene por objeto analizar todos y cada uno de los datos que envuelven un accidente, ponerlos juntos, dirimir las causas y emitir recomendaciones que se habrán de cumplir para que ese accidente no se repita jamás. Todo ello en un tremendo ejercicio de responsabilidad y esquivando siempre la tentación de apuntar a nadie con el dedo, pero mostrando sin género de duda «qué es lo que pasó y por qué».
Para ello los investigadores se valen de cientos de pruebas diferentes, no sólo las recogidas en el lugar del siniestro. Se remontan si es necesario atrás en la historia de la compañía, del avión, del tripulante o de aquello que haya de ser investigado tanto como sea preciso para descubrir el por qué. Y como si de una película de Sherlock Holmes se tratara, hacen su trabajo de manera silenciosa y muy, pero que muy minuciosa.
Hablo de investigadores porque es lo que son. OACI reguló en el Anexo 13 del convenio de Chicago (fechado en 1944, y con muchas modificaciones posteriores) cómo debía tratarse un accidente aéreo, y puso de manifiesto cómo una investigación técnica minuciosa y una estadística adecuada contribuirían al descenso de la siniestralidad, lo que se hace evidente viendo los gráficos de pérdidas humanas a bordo de un avión a través de los años. Así mismo, OACI pedía a las autoridades aeronáuticas de los países miembros que formara una agencia en cada país que contara con una plantilla de personas expertas en todas las materias que pueden rodear un accidente de aviación y que trabajaran bajo la tutela de un responsable que garantizara que esa agencia estuviera SIEMPRE exenta de cualquier tipo de condicionamiento político, económico o empresarial. El objetivo de esa agencia sería el mencionado al principio; analizar, resolver y recomendar, pero siempre desde la más pura y cristalina objetividad de los datos analizados y los resultados conseguidos. Y NUNCA buscando responsables, y sí en cambio SIEMPRE soluciones. Así las cosas, dichas agencias podrían emitir recomendaciones dirigidas a las compañías aéreas, a los fabricantes de los aviones, a las autoridades reguladoras e incluso a la mismísima OACI, siempre que hubiera un motivo para ello.
¿Qué sacamos de esta primera parte?
Que las agencias que investigan los accidentes de la aviación civil deben ser independientes, y nunca pueden estar bajo la influencia o presión de ningún elemento externo.
Esas agencias se fueron creando con el paso de los años en los diferentes países, y se llaman de muchas maneras diferentes. En España se llama CIAIAC (Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de la Aviación Civil), y en comparación a sus «hermanas» del resto del mundo es relativamente joven.
Tan importantes son las recomendaciones de las agencias de investigación, y tan importante es su independencia, como que son las que han ido modelando la aviación tal y como la conocemos hoy en día. No sólo a nivel técnico de las aeronaves que volamos a diario, sino también a nivel de gestión de recursos humanos en las tripulaciones de vuelo, la gestión de la fatiga, etc. Tan importantes son como que de sus estudios se han gestado los modelos de seguridad y los estándares operativos y humanos que las compañías aéreas en todo el mundo deberían seguir. Tan importantes son como que de sus análisis se ha descubierto que un accidente aéreo siempre es el colofón, invariablemente, de una cadena de errores.
La cadena del error es un concepto ampliamente estudiado. Hay que tener en cuenta que la maquinaria que hace que un avión comercial despegue en hora, vaya de punto A al punto B y aterrice con total normalidad dejando así en el destino adecuado a todos sus pasajeros y carga, es… enorme. Y que eso ocurra a diario alrededor del mundo en cientos de miles de ocasiones es simplemente un triunfo de esos estándares operativos que se han ido depurando con el tiempo, precisamente, por cosas como los estudios de los investigadores de accidentes. Esa maquinaria engloba, centrándonos en la operación de un solo avión, a decenas de personas como los empleados de programación, los de operaciones, los de la oficina de despacho de vuelo, los técnicos de mantenimiento, los empleados de todo el handling de un avión (catering, limpieza, responsables de carga, maleteros, conductores de furgonetas, jardineras, pushback, agua potable, depósito de aguas residuales, etc.), las tripulaciones técnicas, las tripulaciones auxiliares, los empleados de facturación, los empleados de puertas, los empleados de las sillas de ruedas, quienes acompañan a los UM, los empleados de los fingers, los señaleros, los controladores aéreos, etc. Esa maquinaria, además, engloba recursos que no son humanos, como por ejemplo el avión en sí, con todos los estándares que debe cumplir para poder irse a volar, con todos sus relojitos y sus botoncitos; las jardineras, los fingers, los tractores, las cintas de cargar maletas, las escaleras, los transfers, los pallets, las furgonetas que llevan a las tripulaciones, el sistema de facturación, el sistema de tratamiento de equipajes, los filtros de seguridad, la infraestructura del aeropuerto, sus ayudas a la navegación, su sistema informático, su iluminación. Esa maquinaria, además, engloba otro aspecto que es el administrativo, como por ejemplo la concesión de las licencias al personal de vuelo, a la compañía como operador, la inspección, la regulación, la vigilancia, los slots, los permisos de sobrevuelo, las tasas aeroportuarias y de uso del espacio aéreo, la gestión y aprobación de planes de vuelo (en un entorno como el cielo europeo), etc.
Y ahora cogemos todo eso y lo hacemos funcionar en conjunto. Que un avión salga en hora es un milagro. ¿O no?
No es tanto un milagro si no un éxito del sistema, que funciona. Pero está claro que no siempre. Normalmente cuando alguno de esos elementos no funciona en el momento que le corresponde o de la manera que toca, se producen incidencias en la operación de mayor o menor calado, y que normalmente afectan tan sólo a la puntualidad o a la economía, nunca a la seguridad.
¿Pero qué pasa cuando son varios elementos los que fallan simultáneamente?
Ahí es donde entra el concepto de la cadena del error. Imaginemos que desde el primer «mal funcionamiento del sistema» hasta el último hay cinco eslabones, y el quinto significa un accidente. Es relativamente fácil que el primero aparezca, puede incluso que el segundo lo haga, es posible que aparezca un tercero, pero alguien, en algún momento (incluso sin llegar a saberlo) debería haber roto alguno de esos eslabones, impidiendo así que llegara el cuarto, y mucho menos el quinto.
¿Cómo se consigue eso? Gracias a los SOP’s (Standard Operational Procedures) que son ni más ni menos que estándares de operación diseñados precisamente para eso, para romper eslabones de esa presunta cadena de errores. Procedimientos, procedimientos y más procedimientos. Todos los ámbitos de la aviación los tienen, y todos deben cumplirlos. Está todo escrito. Los pilotos tenemos procedimientos para operar el avión, pero el conductor del tractor del remolque tiene los suyos para asegurarse que de que no va romper el avión al empujarlo. Mantenimiento tiene los suyos para asegurarse de que el avión está siempre en un estado adecuado de vuelo. Operaciones tiene los suyos para asegurar que la documentación y operación de un vuelo sea siempre acorde a la normativa. Y todos esos procedimientos no están escritos al azar, si no que están diseñados para que funcionen unos en relación a los otros. Cada elemento del sistema que hace volar un avión puede fallar. Las máquinas se rompen, y lo seres humanos nos equivocamos, pero en los puntos críticos o vitales siempre hay redundancia. Los sistemas críticos de un avión están doblados o triplicados, y no es casualidad que en un avión vuelen dos pilotos, aunque solamente uno de ellos ostente el mando.
Los factores que desencadenan un accidente, por lo tanto, empiezan mucho antes, puede que días antes que el accidente en sí. Tenemos muchos casos sobre la mesa que así lo han demostrado. Por ejemplo en el accidente de Los Rodeos el 27 de Marzo de 1977 se juntaron tantas cosas como un aviso de bomba en el aeropuerto de Las Palmas, una visibilidad muy reducida en Los Rodeos, un parking saturado que hizo que el Pan Am tuviera que rodar por la pista, un modelo de gestión de cabina antiguo en el que el comandante de KLM era Dios y nadie podía discutir sus opiniones, problemas personales del comandante de KLM que estaba en pleno proceso de separación, una fraseología aeronáutica antigua que llevó a una mala interpretación, la casualidad que hizo que mientras que el controlador advertía al KLM que NO debía despegar porque había un avión en la pista, otro tráfico ocupara la frecuencia y no se escuchara el mensaje. Sin alguno de estos elementos el mayor accidente de la historia de la aviación comercial no habría sucedido.
Otro ejemplo lo tenemos en el accidente del 757 de American Airlines en Cali (Colombia) el 12 de agosto de 1991. Un 757 se estrelló contra las montañas en plena aproximación a Cali por ejecutar un directo en el FMC del avión hacia un punto que ya había quedado atrás. En este accidente elementos como la paupérrima calidad del inglés del controlador, la operación del aeropuerto en una configuración contraria a la del 90% del tiempo de su operación, la pérdida de la «conciencia situacional» por parte de los pilotos y su concentración en los automatismos en lugar de conocer exactamente dónde estaban hizo que el avión se desviara de la ruta que debía volar y comenzara un viraje de 180º hacia el punto ejecutado en el FMC dentro de un valle. La montaña estaba en medio. Sin alguno de esos elementos, el accidente no habría sucedido.
El 1 de Julio de 2002 un Tupolev TU-154 de Bashkirian Airlines y un Boeing 757 de DHL chocan en pleno vuelo sobre el lago Constanza, en Alemania. Dos aviones en rumbo de colisión a la misma altitud. El controlador de servicio no estaba (por muchas otras razones) prestando la atención necesaria a su pantalla y el 757 comenzó una maniobra de evasión por orden de su equipo TCAS ante la inminencia de la colisión. El avión ruso fue a comenzar la correspondiente maniobra, pero el controlador le ordenó que descendiera, al contrario de lo que su equipo TCAS le ordenaba, esto es, que ascendiera. El comandante decidió obedecer al controlador. El 757 también estaba descendiendo por lo que se encontraron en el camino, a pesar de un intento infructuoso de la tripulación del avión ruso por comenzar un ascenso al tener contacto visual con el otro avión. Hubo muchos elementos involucrados en este accidente, muchos, y sin alguno de ellos el accidente no se habría producido. A raíz de él se incidió en todos los manuales de todos los aviones del mundo que ante una orden contradictoria entre un controlador y el equipo TCAS, se debe hacer caso al TCAS. Otra consecuencia del accidente fue la muerte del controlador aéreo de servicio aquel día a manos del padre de uno de los niños que viajaban en el TU-154 ruso. La prensa lo había declarado públicamente culpable de la catástrofe sin esperar al informe alemán.
Ha habido accidentes que se han producido porque la tripulación llevaba 10 días seguidos trabajando, otros porque la tripulación no había descansado en la 18 horas anteriores al mismo, otros por presiones comerciales, otras por averías que no se pudieron o supieron manejar (ocurridas incluso días antes del accidente), otros porque «se metieron en la boca del lobo»… Pero siempre por una conjunción de causas que empezaron mucho antes del vuelo y que nadie supo o pudo atajar. La cadena del error está siempre ahí, formándose poco a poco, mientras que nosotros, los profesionales de la aviación tenemos que estar siempre ahí con las tenazas para cortar los eslabones. Identificando las amenazas y subsanando los errores.
Desgraciadamente el 20 de Agosto de 2008 pasará a la historia como uno de esos días en los que ocurrió un accidente de aviación. Fue el día en el que un MD de Spanair, compañía cercana, casi hermana de todas las que operan en este país, sería como pocas y con los mejores profesionales en sus filas de vuelo y tierra, se quedaba en el suelo cuando intentaba despegar de la pista 36L del aeropuerto de Barajas.
Tú que estás leyendo esto, si no eres un profesional de la aviación relee todo lo expuesto más arriba. Comprende la dificultad de todos los factores que pueden envolver a un accidente de este tipo y comprende que por muy dolorosa que fuera la causa no se reduce a un simple «fallo del piloto», «fallo del mecánico», «fallo del avión» o «fallo de la compañía». Comprende que en este accidente, como en todos, hay muchas causas subyacentes que pueden haber contribuido desde mucho antes del 20 de agosto, y comprende que es una labor difícil y exhaustiva la que llevan a cabo los investigadores encargados del mismo, y que son los únicos que, cuando terminen su trabajo, habrán podido analizar, determinar y recomendar todo lo necesario para que algo así no se vuelva a repetir. Huye como alma que lleva el diablo de los titulares de una prensa mal entendida que desinforma y sentencia en su intento por informar, haciendo que la balanza caiga de un lado u otro en función de su color. Huye corriendo de los programas de televisión basura que invitan a pseudo expertos a una mesa donde están los de siempre (los que un día hablan de política, al siguiente de Antonio Banderas y al siguiente de un accidente de aviación), y que en su tertulia se recrean con imágenes en bucle de ambulancias transportando a los heridos y a los muertos. Escapa como puedas de las filtraciones interesadas, de las patéticas ruedas de prensa de pseudo ministros (sean del color que sean) y de la politización de algo que sólo, sólo, se puede resolver desde un punto de vista técnico. Y hasta entonces guardemos todos un respetuoso silencio. Respetuoso porque les debemos respeto a unas personas que se han dejado la vida intentando hacer su trabajo como siempre lo hacían, de la mejor manera posible. Porque les debemos respeto a los que (como hacen cientos de miles de personas cada día en el mundo) depositaron su confianza en ellos para que les llevaran a Las Palmas, y que también perdieron la vida. Porque les debemos respeto a los profesionales de una compañía cuya operación ha sido siempre intachable y porque les debemos TODO el respeto a un sistema que funciona día a día, y que lo demuestra alrededor del mundo.
Ese día ni la tripulación ni ninguno del resto de actores presentes en la operación pudieron ver que se estaba poniendo el último eslabón de la cadena. Ya veremos como resultado de las investigaciones cuáles fueron esos eslabones. Pero hasta entonces nos debemos un respeto a nosotros mismos porque todos somos ellos, y cualquiera podríamos haber estado ahí. Porque hacer que un avión se lleve a trescientas personas al otro lado del mundo no es como coger la bicicleta y darse un paseo por el barrio (al contrario de lo que muchos creen). Porque además conseguimos, todos juntos, que a pesar de ello el riesgo de subirse a un avión sea menor que el de coger el coche en una gran ciudad en hora punta.
Y los medios de comunicación nos deben el mismo respeto y consideración, porque hacemos, junto con todos nuestros compañeros de la aviación, que el sistema funcione día a día lejos del riesgo del accidente, lejos del último eslabón.
El texto tiene algunos errores ortográficos o de escritura, revísalo con calma, pero me ha gustado bastante la lectura, que ya hacía mucho tiempo que no leíamos nada en TCAS!!!
Un saludo xpndr!!
Se te echaba de menos. Tienes toda la razón del mundo. El espectáculo grotesco que se está sucediendo con las filtraciones y las ministrillas merdellonas de turno es lamentable. Por no hablar de la prensa. Desde el mundo hasta el país. Todos coinciden por una vez en que son patéticos.
A ver si escribes más a menudo.
Saludos desde tierra.
Como siempre altamente clarificador e instructivo.
Felicidades.
Excelente el artículo y da justo en la llaga. No sólo en aviación, en muchos otros campos, si no en todos, los accidentes gravez se producen por cadenas de errores, muchas veces acompañadas de un problema de «sobreconfianza». Pero, sea como sea, los periodistas y políticos siempre entran a por carnaza, sea éste el caso, sea el del «Prestige», una riada o cualquier otro… Antes de que se enfríen los muertos ya los están usando de arma arrojadiza o como medio para aumentar la audiencia.
Es un problema de nuestra sociedad, o sea de todos nosotros. Nos hemos acostumbrado a que todo tiene que ser inmediato: la información, el dinero, las satisfacciones, los servicios. Por otro, también hay una gran tendencia al sensacionalismo: todo tiene que ser diferente, nuevo, vistoso, impactante. Siempre debe haber culpables; la combinación de indignación y un culpable claro vende un montón. Los medios son, como siempre, a la vez reflejo e influencia de estas características de nuestra sociedad.
¿Cómo se arregla? Ni idea.
Tengo sentimientos encontrados. El bueno es que vuelvo a tener el placer de leer algo tuyo. El otro es que has reavivado mis sensaciones hacia el tratamiento de los medios de comunicación del accidente de Madrid que no son precisamente agradables. No se si es un sinsentido lo que voy a decir pero creo que las autoridades responsables de investigar los accidentes deberían contemplar en sus protocolos la forma en que deben hacerse las comunicaciones en estos casos, explicando, como tu haces magníficamente, que no es nada sencillo, que se hace para mejorar la seguridad futura y que no es un juicio contra alguien o algo. No estaría de más que los políticos y medios oficiales estuviesen sujetos (por ley?) a este mismo protocolo para evitar crear pánico, desinformación, juicios temerarios y, lo que más me subleva, espectáculo.
Chapeu!!! Chapeau!!!
No tengo nada que ver con el mundo de la aviación, soy farmacéutico, pero al final estamos hablando de dos profesiones que tienen algo en común, a esa conclusión llegamos un amigo piloto y yo: dos profesiones que siempre que salen en los medios es para ponerlos verdes, dos profesiones que no tienen presunción de inocencia.
Ha sido una verguenza, ha sido indignante, ha sido muy poco serio por parte de este Gobierno
Sin comentarios.
Creo que todos los que amamos este mundo, seamos profesionales de la aviación o no, estamos de acuerdo.
Me he tomado la libertad de citaros en mi blog.
Saludos.
Hace algún tiempo que leo el blog, y me parece de lo mejor que he visto. Me alegro de que haya artículos nuevos, se les echaba de menos!
De todo lo que has puesto, no hay nada en lo que pueda estar en desacuerdo. Creo que se han hecho muchas cosas mal durante la investigación precisamente porque intervienen demasiados eslabones y siempre hay uno que se rompe. Pero también creo que se han hecho muchas cosas bien – la identificaión de los cadáveres, la constitución de la comisión de investigación, las explicaciones por parte del gobierno cuando se ha solicitado, etc
Otra cosa ya son los medios de comunicación(TODOS, incluidos los de prisa que se han convertido en una máquina de sensacionalismo y de hacer dinero). Sobre ellos no quiero ni hablar.
Pero entre los comentarios se pueden leer descalificaciones y expresiones que creo que no vienen a cuento y solo dejan ver de qué pie cojea cada uno. Además comete exactamente la misma falta de rigor de la que se acusa a los demás. Sin dar ningún tipo de argumento.
Decir que todos los políticos son iguales, es a mi juicio, no decir nada. Es lo mismo que decir » es culpa del piloto»
No quiero ofender a nadie, pero se denota una agresividad innecesaria que impregna el resto del contenido.
Un saludo a todos.
Martin
Como siempre, fabuloso. Lástima que no actualicéis más a menudo.
Gran artículo. Felicidades.
Yo creo que poco más se puede añadir a lo expuesto en este excelene texto… Sobre la cadena de errores, y retomando el accidente de Los Rodeos, mencionar dos circunstancias más, por un lado el piloto de KLM estaba cerca de sobrepasar su cupo de horas, así que parece ser que tenía «prisa» por despegar, por otra parte aprovecho para cargar más combustible y así no tener que hacerlo en la escala de Gran Canaria, de no haberlo hecho quien sabe si hubiese conseguido elevar el B 747 algún metro más y así haber evitado el choque… Es un accidente en el que se ponen esecialmente de manifiesto el cúmulo de errores y circunstancias que pueden desembocar en una tragedia…
http://www.microsiervos.com/archivo/mundoreal/30-aniversario-accidente-los-rodeos.html
xpndr no tengo más que felicitarte por un artículo tan tan completo y tan bien escrito. Me gusta mucho tu forma de escribir y has dado todo en el clavo, espero que esto sirva para aquellas personas que, como tu bien dices, lo único que hacen es leer la prensa y ver el programa de turno se den cuenta realmente como funciona esto. No les culpo por ello pues es lo único que tenemos a la espera de que algún día aparezca un medio de comunicación sin color ninguno.
Sólo espero que sigas escribiendo artículos como este, artículos que ojalá yo supiera escribir como tu lo haces, y que sigamos disfrutando todos los que llevamos leyendo TCAS prácticamente desde que nació. Gracias.
Lo siento, no puedo remediarlo, aunque sea off-topic:
«HaN habido»… noooo, me sangran los oídos!!
Por favor, «HA habido accidentes que se han producido…» etc.
Mil gracias si lo rectificas.
Impresionante! una calidad en el desarrollo del concepto y un cierre de la tematica magistral.
Lamentablemente, el problema que Ud. describe tan bien (medios, desinformación, formación de opiniones, oportunismos politicos, etc) para un sistema tan complejo como es la aviación comercial, puede ser replicado para un sinumero de temáticas.
Saludos desde Argentina
Xpndr, enhorabuena por el artículo…me ha gustado muchísimo y la verdad, pienso como tu al 100%.No puedo decir nada que no esté dicho mas arriba, asi que bueno….un saludo, y sigue asi 😉
Muy bien, todo es muy complicado, hay una regulación acojonante para que unos vayan y otros vuelvan, cientos de piezas que giran y se engranan para que todo funcione. Bonitos pilotos en sus uniformes, brillantes aviones, pizpiretas azafatas y hercúleos empleados. Sobre el papel.
Al igual que hay ministras que no se sabe como llegan a esos niveles de ineptitud, de periodistas que sólo saben llamar la atención refrotando mierda por todos lados, responsables que deberían llevar una «i» delante, todo ese bonito panorama que has pintado de esforzados trabajadores, pilotos, controladores y aviones tampoco es así: hay muchos eslabones que aunque no lleven a un humeante montón de cadaveres al final de una pista o en un crater en el suelo, causan problemas: retrasos, desvíos, equipajes perdidos, empleados cabreados que putean sus clientes, esperas, cancelaciones, etc. Así que todos llevan su parte.
Al final no se cómo funcionan las cosas. Te agradezco tus esfuerzos en explicarlas, pero creo que lo que dictamine esa comisión, además de para que mejoren esos procedimientos y esa gestión, sirva para que un juez dictamine quién tiene las responsabilidades para que unas aseguradoras paguen e indemnicen a las victimas. Y como víctimas cuento que pueden ser, a parte de las obvias, todos los que se han visto perjudicados.
Y como denotan mis pesimistas letras, tampoco me fio de esa comisión, que como muchas cosas en este país irá como el culo. ¿No había dimitido un piloto que estaba en ella?, ¿No hay diversas partes que por su lado tira para casa (Pilotos, Fomento, AENA….)?. Al final puede que lleguen al consenso de que se modifique el manual P1324 en la página 34 párrafo h que en lugar de comprobar la presión antes de mirar la temperatura, la miren después. Pero para depurar responsabilidades, comos siempre Rita la Cantaora.
Saludos a tod@s
Totalmente de acuerdo con la entrada y con la matización de Sentoki. Pertenezco a otro gremio, el de los médicos, que, como decía el compañero farmacéutico, está en el punto de mira constantemente. Desgraciadamente, toda la cadena de procesos que, lo mismo lleva un avión a la otra punta del mundo, posibilita un diagnóstico o un tratamiento correcto, la forman personas a las que suponemos, y sólo eso, responsabilidad y profesionalidad. Estas dos cualidades, o valores diría yo, me temo que no entran a formar parte de los programas educativos de nuestros gobernantes, sean del color que sean. Estamos en un país que ha premiado y valorado el cotorreo enfermizo, que ha obligado a los cerebros a emigrar, que ha permitido que los licenciados universitarios tengan un nivel de conocimientos irrisorios, que no ha puesto medidas de control frente a la incompetencia… La cadena es amplia en todas las actividades de la vida, también en el simple acto de abrir el grifo y que salga agua. Pero si no invertimos en formación, en desarrollo, en que los niños aprendan los conceptos de «responsabilidad» y de «profesionalidad», que nuestros actos tienen consecuencias, no nos sentiremos seguros ni en el asiento de un avión ni en la mesilla del quirófano.Deberíamos saber y sentir que la parte humana de toda la cadena está resuelta. Por ello, dejemos opinar a los que saben en las materias que dominan y para lo que están capacitados, y dejemos de creernos las patrañas de los gobiernos de turno.
Educación, formación, responsabilidad, sentido crítico… pero esto quizás no de tantos votos como buscar cabezas de turco y prometer el cielo. Ya se han encargado los políticos de aborregarnos para perpetuarse en los escaños. Es mi opinión, claro.
Un saludo y espero vuestras interesantes entradas.
Chapeu
Lo lincaré en cuanto pueda desde esta entrada
http://sandglasspatrol.livejournal.com/81529.html
Totalmente de acuerdo con lo publicado, pertenezco al gremio de los TMA, encargados de romper algunos de esos eslabones.
Yo sólo puedo sumarme a lo que ya han dicho, a saber:
– Muy buena entrada (como siempre, Xpndr).
– Me alegro de haber vuelto por aquí, porque es una pena que TCAS no se actualice más a menudo.
– Espero que pronto haya más entradas (¿Manu? ¿Javi? Incluso… ¡Fa, estrénate!)
– Y lo más importante: espero que el trabajo de la CIAIAC sirva de algo. Aunque en este país de pandereta, en un Ministerio de chufla, yo no espero demasiado, la verdad. Afortunadamente, la NTSB está también en el ajo.
¡Un saludete a todos!
Hola a todos:
Esta muy bien el articulo, pero la realidad es tozuda y, segun parece por los informes de la comision que se han filtrado, en el primer intento de despegue el aparato tenia una configuracion de elementos hipersustentadores correcta. Una vez de vuelta al lugar donde el mecanico reviso la averia de la sonda, debieron meter otra vez los flaps/slats. Y cuando salieron por segunda vez a pista, probablemente en medio de una presione/stress brutales (compañia metiendo prisas, pasajeros cabreados como monas, etc.)se les olvido configurar las alas para el despegue, aun cuando parece ser que segun las grabaciones de voz, hicieron el chequeo y dieron el ok. Lo que esta fuera de toda duda es que los flaps estaban retraidos y cuesta pensar que activandolos, no salieran. Lo de la alarma que no sono es secundario, pues no deja de ser un mecanismo que, si se hubiese seguido el procedimiento normal y se hubiesen sacado los flaps, no tendria que haberse activado.
Desde Febrero hasta ahora, ha sido una larga temporada de sequía de intervenciones en tan fantástico blog.
La vuelta ha sido, desgraciadamente, con un tema luctuoso. El maldito arbol causal tomó protagonismo y, una vez más, condujo al desastre.
Desde mi infancia siempre he sentido verdadero amor por la aviación y cada vez que ésta es protagonista de la muerte, sea de una sola persona en un aparato deportivo o de decenas de ellas en un avión comercial, siento un dolor especial, como si «ella» -la aviación-, me traicionara. Ella, sin embargo, no mata, lo hacen esas «ramas» que nunca deberían juntarse.
Te felicito xpndr. Tu intervención es excelente, sencillamente excelente.
Saludos cordiales a todos.
Fenómeno el post, y mas después de tanto tiempo…
Mas de un periodista de este país se lo debería leer atentamente y pensarselo dos veces antes de escribir/decir/publicar cosas como las que hemos visto/leido/oído en los medios de comunicación desde el 20 de agosto. Máxime cuando lo que se está buscando desde el principio son culpables y no razones de por qué ocurrió lo que ocurrió.
exelente amigo, relato maravilloso y me gusto mucho sobre los protocolos de procedimiento, comparto contigo que el traslado aereo sigue siendo una forma segura de transporte
Totalmente de acuerdo con lo escrito, lastima que haya que esperar tanto para, ver una nueva entrada de este Blog, todas son buenísimas.
Saludos
Hola. En primer lugar feliciades por el blog, lo único que echo en falta es mas actualizaciones, un trabajo increible.
Tengo una posible corrección: buscando en la wikipedia el accidente del 757 en Cali, he visto que la wikipedia lo coloca el 20 de Diciembre de 1995 (http://en.wikipedia.org/wiki/American_Airlines_Flight_965). No se si el dato cierto es el de la wikipedia o el tuyo, por si acaso lo comento por aquí.
Muchas gracias por el blog!
La prensa nunca utilizará el método de la aviación para reducir la cadena de errores, y eso que muchas de sus ¿noticias? erróneas producen más muertos,odios y miseria que toda la historia de la aviación. No interesa contrastar, confirmar, esperar un veredicto. Se pierde el morbo y eso no vende.
Luego salen diciendo que son de los más valorados por la sociedad.
¡Basura!
Felicidades y ánimo a todos los que voláis, o haceis que volemos.
Gracias por tu post. Me ha gustado mucho como lo has explicado todo y estoy totalmente de acuerdo. Soy ingeniero aeronáutico y piloto (participo en dos eslabones), y además me apasiona la aviación, lo que ha provocado que sienta una rabia inmensa al escuchar la gran cantidad de tonterías que se han dicho en las TVs y que se han leido en los periódicos sobre el accidente del 20 de agosto de 2008.
Estaría bien que El Mundo o El País (por ejemplo) publicaran tu post, y también algunas de las opiniones que han dejado aquí algunos lectores, como el médico y el farmaceútico, para que lo leyeran millones de personas y salieran un poco de su ignorancia.
Excelente narración que muestra cuan dificil es aportar luz en el esclarecimiento de un accidente, cuantas variables están presentes para que el avion pueda volar, lo complicado que es que algo falle y de como el periodismo tira este delicadísimo equilibrio de castillo de naipes con 2 mesas redondas y tres «reportajes aviación».
Solo una puntualización…creo que hay un factor más a tener en cuenta y del que nadie habla… el error aleatorio, que no estaría dentro de esa «cadena de errores -operacionales-»
Lamentablemente… por muchas checklists que se hagan… siempre está presente.
Esperado post.
Sobre la autoridad, en los papeles está muy bien definida. Al igual que la vieja Junta -y no el actual- Consejo de Energía Nuclear, la Autoridad, debe ser independiente.
Pero. la independencia, no existe, como demuestras en el escrito de la múltiple interdependencia de cada actor en el logro común, que 180 pasajeros crucen el mundo.
Las nuevas autoridades europeas, son cajas de grillos, como CDC, EFSA, ECHA, … pues se manejan con intereses económicos o lobbytos buenos.
Usted tiene un blog muy interesante. Michael Roberts, http://www.jetsenventa.com
muy bueno,tienes toda la razon!!
saludos cordiales
Sinceramete este texto deberia estar en la cabecera de todas las facultades de periodismo y a tamaño natural en todos los estudios de television de este pais para que mas de uno se diera cuenta de las tonterias que pueden llegar a decir.
Si algo ha tenido siempre la siniestralidad aerea ha sido el famoso cumulo de despropositos, o de problemas, que causa el accidente. Porque como todos deberia nsabe ya, un avion no cae por una sola causa, sino por una acumulacion de errores, fallos y problemas. Algo que los «señores» de la prensa prefieren obviar porque es mucho mas facil despellejar a quien sea, especialmente si nse peude defender.
Asi nos va..
Después de tanto tiempo se echaba de menos otro post!! Anda que no leí tu blog los días posteriores al accidente de Barajas.
Gracias por seguir contando cosas de este mundillo tan apasionante.
Saludos,
gracias por abrirme los ojos, es lo mas sensato que he oido hasta ahora sobre el accidente.
por cierto, aprovecho para dar la enhorabuena a todos los que hacen posible esta pagina porque es realmente apasionante.
Hola que tal, me gusto mucho tu blog y en especial este post, casualmente mi blog también es de aviación. Quieres intercambiar enlaces? Avisame, el mio es: En Vuelo
Saludos,
El mejor homenaje a los fallecidos del accidente de Spanair, pilotos incluidos, es que se sepa la verdad. Los compañeros de trabajo les podían demotrar el verdadero sentido del compañerismo. Pero hay miedo a dejar de comer, claro.
Lamentablemente, las presiones e intereses comerciales y políticos lo imposibilitan. Dime de qué presumes y te diré de qué careces.
Hasta hoy no he leido este magnífico post por desconocimiento… Esto es lo que deberia ser siempre. Investigación exaustiva sin señalar culpables, sobre todo a priori, y resolución final después de haber estudiado todos los condicionantes. No entiendo el comentario de Mónica Sebastián… si algún ánima caritativa me lo pudiese explicar…
Hola a todas y todos!
Como supongo se nota, hace mucho que no tengo el tiempo de pasarme por aquí, pero ya veo que la vida sigue su ritmo!
Lo primero, xpndr, como siempre, ya te vale! Soltarnos textos así y luego desaparecer… 😉
Únicamente dos cosas, primero, el accidente del Tupolev y el Boeing, Suiza, no alemania, pero casi lo mismo, el cantón aleman!
Por otra parte, respecto a lo dicho por Sentoki y Observador. Siendo parte del colectivo, puedo decir que tenéis toda la razón del mundo en decir que la teoria es la teoria y la practica otro mundo. Pero con que se logre cambiar ese manual P4321 en la pagina 34, habremos logrado algo, porque si se cambia, todos deberían recibir la notificación del cambio, todos deberían leerla, y alguno de esos pocos que lo lean puede que lo entiendan. Y de esos, a lo mejor alguno incluso ese día que a el se le pone una situación similar, se acuerda, y gracias a la tonteria, sabe que si sigue por ese camino, mal van las cosas. Pero para eso está el cambio, para eso la investigación, y para eso los procedimientos, procedimientos y más procedimientos de los que habla xpndr.
En resumen, sí hay gente que pasa, hay gente que recorta esquinas, pero a todos se les ha incurcado a las buenas o las malas lo de los procedimientos, y si con un accidente se logra que cambie alguno, puede que antes o despues surja efecto. Soy el primero en decir que si puedo me ahorro cosas, pero también soy el primero en quejarme si veo algo que no me gusta, puede que no en el momento, porque puede resultar peor el remedio que el mal, pero sí con las cosas en frio, para que ese compañero que un día te cuenta como se ha fumado los minimos, el siguiente dia que lo vea igual de mal, piense en el cabron del amigo que se lo echó en cara la otra vez, y piense dos veces antes de hacerlo.
Como último inciso, no recuerdo en que documento o normativa está escrito, pero de algún lado pone, y pido perdon por errores posibles ya que cito de memoria:
«Toda investigación de accidente de aviación tendrá un fin únicamente informativo, de cara al descubrir las causas y motivos por los cuales se produjo el mismo, nunca se utilizarán los datos del mismo ni la investigación en sí como pruebas o medios para encontrar culpables, responsables y tomar medidas en contra de ellos, sean del tipo que sean»
Y esto se entiende del punto de vista tan sencillo que es el de que alguien no reconocerá nunca la verdad si sabe, cree o sospecha que ha sido el culpable, y que se la va a cargar por ello. i.e. Para que salgan todos los hechos y causas reales, y se puedan tomar medidas para que nunca vuelva a ocurrir exactamente lo mismo.
Y de nuevo para eso están los procedimientos, tocar las narices, pero a la vez obligarnos a todos a saber lo que realmente hay que hacer, y lo que está mal, porque sabemos todos que detrás de un procedimiento alguien ha sudado y puede que dado sangre por descubrir que no hacerlo, acarreaba consecuencias.
De nuevo gracias a xpndr por el texto y Manu por el blog!
Un saludo cordial a todos/as!
Decir ,como profesional de la aviación que soy, has dado en el clavo en todo.
Excelente artículo !!
Lástima que tu artículo no llegue a todo el mundo.El poso que ha quedado ha sido el que se pregonó por la prensa y televisión de este país de pandereta aquellas tristes fechas.
Darte las gracias.
Descansen en paz…
Que leches pasa con este blog ?
ya ni dios escribe nada ?
Ya se sabe, lo bueno dura poco
enfin resignacion…
Ofrezco mi blog DE LA VIDA Y OTRAS COSAS PEORES para que consulten acerca de accidentes aereos, mi especiailidad y algunas otras cosas mas.
trabajo en el mundillo de la aviacion y cuando mis amigos y familiares me preguntan sobre el accidente de JK en Barajas o el de AF en medio del Atlantico, les remito a este articulo.
No lo entienden. Asi nos va.
Increible relato, me ha encantado, ya se te echaba de menos,espero leerte mas amenudo.
Un saludo y felicidades
Excelente artículo! Leído de punta a punta. Felicitaciones.
Sólo tengo una observación más formal que de concepto. El concepto de ‘cadena de error’ como una secuencia de eventos o factores que desembocan en un accidente es un concepto hoy por hoy obsoleto.
En investigación de accidentes de aviación se suele citar el ‘caso Dryden’ como un punto de inflexión en la forma de investigar accidentes, y con el advenimiento de los aportes del prof. James Reason con el concepto de ventanas de oportunidad y muros de contención, todo el enfoque de la investigación de accidentes cambió muchísimo.
Tanto que hoy en día ya no se entiende a la accidentogénesis como un concepto lineal, en el que quitando un eslabón de la cadena ya el accidente no se produce. Y tampoco se pueden considerar aisladamente a las causas de un accidente de aviación, ni siquiera cuando ponemos juntas y en el orden apropiado a todas las que lo pueden haber causado. Porque estamos aislando componentes de un sistema que ha fallado, y no es la forma apropiada de verlo.
Por el contrario, tal como perfectamente lo indicas, cuando se produce un accidente no vemos el fallo de un piloto, o la rotura de una cuaderna, sino que estamos ante una FALLA SISTÉMICA. Es decir que un sistema ha fallado, y debemos ver la totalidad del sistema fallando.
Y la totalidad del sistema va desde la cámara de regulación de gas natural que está en un lugar inapropiado, hasta el presidente de la compañía que permite que a los pilotos se les deban seis años de vacaciones. Y es que en el accidente de Air Ontario en Dryden (Canadá) el juez que estuvo a cargo de la investigación, por primera vez excedió los límites de la esfera aeronáutica propiamente dicha como se la entendía hasta entonces.
Efectivamente, una investigación estándar de aquella época hubiera concluido muy rápidamente: ERROR DEL PILOTO. Sólo así se entendía que un piloto, consciente de que tenía en sus añas más de 4 cm. de nieve hubiera intentado despegar sin limpiarlas antes. Era incomprensible cómo un piloto podía tomar esa decisión, pero la tomó y a sabiendas.
Pero el juez Virgil P. Moshanski no se conformó con eso, necesitaba encontrar un por qué al comportamiento del piloto. Escarbó hasta el fondo, y fue siguiendo pistas. Y encontró fallas en las normas operativas de la empresa y hasta fallas en las normas de fiscalización y de contralor de la autoridad aeronáutica.
Y es que el ERROR es INHERENTE a la especie humana. El simple hecho de ser humanos implica que cometemos errores, porque todos los seres humanos los cometen, y por lo tanto los pilotos (que son humanos aunque no lo parezca a veces) sólo pueden garantizarnos una cosa: QUE SE EQUIVOCARÁN, constantemente.
Es IMPOSIBLE desterrar el ERROR HUMANO de la cabina de mandos de cualquier avión, civil, militar, comercial, particular, ejecutivo… cualquier avión que tenga un piloto está expuesto al error humano.
Y ese es el desafío más importante de la ergonomía y de la aviación en general. Crear los muros de contención que consigan lograr que CUANDO ESE ERROR SE PRODUZCA no provoque una catástrofe. Por eso la investigación de seguridad (de safety, no security) aérea es vital. Porque es lo único que nos permite descubrir fallos latentes, nuevos modos de errores, cambios en viejos errores, y generar los procedimientos que permitan contenerlos. NO BUSCAMOS QUE NO SE PRODUZCAN, sino que no causen daños.
Por eso ya la cadena no es cadena, es un sistema al que llegan factores desde todas partes, en todas direcciones y con distinto peso cada uno. Ya no hay una concatenación de eventos, sino un montón de factores que apuntan desde distintos lugares a un desenlace común. Lo que hay que hacer ahora es impedir que se genere la combinación correcta de ventanas de oportunidad que conduzcan a un evento nefasto, que llamamos accidente o incidente. Es un concepto un poco más n-dimensional, no tan lineal, pero -creo- más preciso. Y dentro de todos esos factores que componen el sistema, hay un pequeño componente que es el factor humano.
Por eso hoy decimos que son ‘accidentes de componente fundamental de factor humano’ cuando nos referimos a accidentes en los que intervienen principalmente cosas que ha hecho el hombre (error de los pilotos, procedimientos mal redactados, políticas de operación incorrectas, despacho de vuelo inapropiado, distracción de un controlador de tráfico aéreo, son todos factor humano).
Nuevamente, felicitaciones por el artículo, y en general por el blog, que ya está favoriteado en mi ordenador!
Salud!
Eugenio.
Fe de erratas:
Donde dice: «añas»
Debe leerse: «alas»
Hola!
excelente aritculo!
me preguntaba cuando fue publicado este?
Hola!
Buen artículo.
No soy piloto real, hago vuelos virtuales en simulador, no conozco la presión ó los sentimientos que viven los pilotos reales, pero si sé que muchas veces un eslabón más de esa cadena de errores que conllevan a un accidente la constituye la políticas de recorte de presupuesto de algunas aerolíneas, que en su afán de evitar pérdidas millonarias por tener una aeronave parqueada dos días para mantenimientos, juegan con la vida de los pasajeros y someten a sus pilotos a cumplir una determinada cuota de vuelos sin tener en cuenta el riesgo que esto implica.
Otra falla administrativa de estas aerolíneas ha sido el no invertir en capacitación y actualización del personal de tierra. Ejemplo de esto, el accidente del Boeing 767 en los años ochenta y que si mal no recuerdo cubría la ruta Montreal – Edmonton en Canadá, en donde el personal encargado de hacer el repostaje de combustible no sabía convertir libras a kilogramos y por este motivo enviaron al avión sin el suficiente combustible para llegar a su destino. Afortunadamente en aquella ocasión el piloto pudo planear el avión y aterrizarlo en un aeropuerto que él ya conocía y así salvo las vidas de sus pasajeros.
Un saludo y felicitaciones por el artículo.